Grandes Temas
Consolidación del Proceso Democrático
y Grandes Reformas
 


Desde principios de los años noventa del siglo anterior, Marruecos se comprometió a consolidar los derechos humanos, bajo el reinado de Su Majestad El Rey Hassan II.
La primera piedra en este edificio se puso en  1990 con la creación del Consejo Consultivo de los Derechos humanos antes de crear, en 1993, el Ministerio de Derechos humanos.
Desde la subida de S.M el Rey Mohammed VI al trono, se dio vía libre a la realización de grandes obras para garantizar la protección de los derechos humanos y difundir la cultura del diálogo. Asimismo, se establecieron nuevas instancias y se produjeron notables cambios.
La creación de la Instancia Equidad y Reconciliación, por primera vez en los mundos árabes e islámicos, constituye un enorme paso en el proceso de búsqueda de la verdad y de la reconciliación de Marruecos con sí mismo partiendo de la transición democrática. Se ofreció la ocasión a las víctimas de las pasadas violaciones de los derechos humanos para exorcizar su dolor a través de audiencias públicas que han sido retransmitidas por la radio y la televisión nacionales.
El objetivo de esta operación no radica en hacer una caza de brujas, sino en sacar del olvido al pasado para mejor avanzar hacia el porvenir. La consolidación de los derechos humanos consiste también en revisar los textos rígidos que ponen las mujeres en un estado inferior. El discurso que S.M el Rey Mohamed VI pronunció ante el Parlamento el 10 de octubre de 2003 interviene en este marco anunciando las grandes líneas de un nuevo código de la familia que devuelve a la mujer sus derechos y su dignidad.

Desde la accesión de Su Majestad el Rey Mohammed VI al Trono, se adoptó una velocidad de crucero.

Fueron abiertos grandes talleres para asegurar la protección de los derechos humanos y extender la cultura del diálogo, se establecieron nuevas instancias y se emprendieron cambios notorios.

La creación de Diwan Al Madalim (Gabinete de quejas) proviene también de esta preocupación por el Estado de derecho. Esta institución, basada en las tradiciones seculares del Reino y del Islam, desempeña el papel de árbitro entre el ciudadano y la administración. Tiene por objetivo luchar contra la corrupción y el abuso del poder y obrar para compensar las injusticias cometidas contra los ciudadanos. Los derechos del niño forman parte también del programa del citado gabinete.
Se procedió a un conjunto de medidas para asegurarle un estatuto mejor sea dentro del código de la familia o mediante acciones llevadas a cabo por el Observatorio Nacional de Derechos del Niño (ONDE). La solidaridad es una nueva forma para promover los derechos humanos: el derecho de los minusválidos y los necesitados a una vida decente. En este sentido, los esfuerzos que hizo la Fundación Mohammed V para la solidaridad han sido fructuosos.
A nivel de la asistencia a la población en estado precario, la acción humanitaria y el desarrollo duradero, esta Fundación hizo un trabajo considerable. Todas estas iniciativas y obras traducen la voluntad de Marruecos para consolidar el Estado de derecho, acabar definitivamente con las prácticas del pasado e instaurar la cultura de los derechos humanos para acertar mejor en el proceso de la transición democrática.